Barcos italianos llevarán a España a 629 migrantes rescatados

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Madrid. Los 629 ciudadanos africanos que fueron rescatados a la deriva en alta mar mientras intentaban llegar a suelo europeo serán finalmente trasladados a España en dos embarcaciones militares italianas y en el barco Aquarius, que pertenece a la organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF) y que fue la que les rescató de las garras de la muerte. Entre los migrantes sobrevivientes se encuentran siete mujeres embarazadas, 129 menos de edad no acompañados y doce niños pequeños. En España les espera un grupo de 600 abogados que nada más pisar territorio valenciana iniciarán los trámites para que les concedan la condición de refugiados.

El nuevo gobierno español, del socialista Pedro Sánchez, decidió actuar tras conocer la postura del nuevo gobierno italiano, integrado por una coalición de la ultraderechista Liga Norte y el Movimiento Cinco Estrellas, de que no daría permiso al barco Aquarius para atracar en sus puertos. Era una decisión sin precedente y que dejaba a la deriva y con riesgo de fallecer a esas 629 personas procedentes de diversos países africanos, entre ellos Libia, Senegal, Kenia, Angola, Argelia y Marruecos, entre otros.

Después de que el pasado lunes por la noche, el propio capitán del Aquarius advirtió que no podrían hacer el viaje de las 700 millas náuticas que había que recorrer para llegar a Valencia, ya que hacerlo suponía poner en riesgo la vida de los migrantes y de la propia tripulación, finalmente las autoridades italianas decidieron colaborar pero únicamente para el traslado y la alimentación más urgente de los refugiados.

El viaje se iniciará previsiblemente a lo largo de la noche y se prevé su llegada el próximo jueves o viernes. El gobierno español ha iniciado un dispositivo para su recibimiento, en el que se han coordinado seis ministerios y varias administraciones autonómicas y municipales para darles cobijo y alimentación a las familias más necesitadas. Una vez que hayan desembarcado en el país se analizará caso a caso para decidir a quienes se les concede la condición de refugiados.

Fuente: La Jornada