‘Como agua para chocolate’: habla del primer campo de batalla de la revolución femenina

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La magia y la mística de la cocina mexicana, así como la profunda historia de lucha femenina que acompaña al clásico Como agua para chocolate, regresan a la pantalla. Este domingo 3 de noviembre, la plataforma de streaming Max estrenará el primer episodio de la serie basada en la novela de Laura Esquivel, que captura la historia de Tita de la Garza y Pedro Múzquiz en medio de un mundo lleno de tradiciones, pasiones y sabores de la Revolución mexicana.

Como agua para chocolate sigue la historia de Tita, quien junto a Pedro debe enfrentar la imposición de tradiciones familiares que les impiden estar juntos. A través de su talento culinario y una conexión especial con los ingredientes y aromas de su tierra, Tita canaliza sus emociones y luchas, desafiando las normas que la limitan.

Este lazo entre cocina y resistencia se convierte en un lenguaje de liberación personal y una forma de enfrentar la opresión, como Irene Azuela describió en la reciente conferencia de prensa celebrada en Ciudad de México. La actriz, quien interpreta a Mamá Elena, compartió su perspectiva sobre la relevancia del relato en nuestros tiempos.

“Yo lo que creo es que la fuerza está en la historia. Cuando se pone Hamlet, uno se pregunta por qué volver a ponerla. Es igual con tocar la historia de Como agua para chocolate,porque hay gran fuerza en estas historias… Es un regalo regresar y poder compartirla, platicarla, discutirla”, enfatizó, comparando el valor literario de esta obra mexicana con clásicos universales.

Mujeres en revolución desde la cocina

Salma Hayek, productora ejecutiva de la serie se enlazó de manera virtual desde Nueva York para platicar con los medios de comunicación. Destacó el papel revolucionario de las mujeres en la novela, en donde personajes como Tita aprovechan el espacio de la cocina, considerado el ámbito femenino, como un lugar de resistencia y creatividad. Hayek subrayó la riqueza de esta historia, pues aunque tradicionalmente se relega a la mujer al espacio doméstico, también desde ahí han surgido muchas revoluciones personales y colectivas.

“La señora (Esquivel) ha hecho un clásico. Nunca va a pasar de moda porque siempre habla sobre la verdad y siempre habla de cosas que nos impactan y nos mueven a todos”, dijo Hayek, quien también recordó cómo los británicos renuevan sus grandes clásicos. “Como agua para chocolate está a ese nivel… su obra tiene la riqueza suficiente para ser examinada de nuevo”

Ana Valeria Becerril, quien también participa en el proyecto en el papel de Rosaura de la Garza, habló de cómo este espacio tradicionalmente femenino se convierte en un lugar de resistencia y autonomía:

“Si justo, a las mujeres se les ha relegado tanto del espacio público que por eso nos cuesta tanto pensar en personajes históricos mujeres, en los momentos históricos del país, como la Revolución. Y si las mujeres han estado supuestamente relegadas a los espacios privados como la cocina, entonces es desde ahí que hacían sus revoluciones y es desde la cocina donde generan sus rebeldías”, comentó la actriz.

La cocina como un espacio espiritual y de poder

La relación con la cocina tiene un profundo significado para Tita, quien al cocinar expresa su identidad y emociones, logrando influir en quienes prueban sus platillos. Para Ángeles Cruz, una de las actrices de la serie, quien da vida a Nacha, la cocina es mucho más que un espacio doméstico. Para ella es como un lugar de libertad y creatividad.

“Para nosotros, como oaxaqueños, la comida es un vehículo a la evocación, a llenar todos los latidos y es el poder de la alquimia. Estar en la cocina es darte ese poder, es ser hechicera, es ser bruja, es ser científica, es crear para compartir, para alimentar no nada más el cuerpo, sino también el alma”, compartió Cruz

La cocina representa un vínculo importante con la familia y con la tierra; un lugar donde mujeres de diferentes generaciones han expresado su poder. En un intercambio que subrayó la profunda conexión de ambas actrices, Hayek concluyó, “Es un ritual espiritual… y mi mamá y mi abuela son de Oaxaca, entonces te entiendo perfectamente”.

Además de la trama cautivadora, la serie Como agua para chocolate tiene un fuerte anclaje en la historia y los paisajes mexicanos. Los productores eligieron Tlaxcala y la Ciudad de México como escenarios para capturar la autenticidad de la Revolución mexicana.

En palabras de la actriz Ángeles Cruz, la obra representa un rico abanico de mujeres de diferentes generaciones, quienes encarnan las transformaciones de su tiempo y continúan resonando con las luchas de hoy.

“Pocas veces lo vemos en la literatura, una historia llevada por mujeres y entonces estas adquieren un potencial enorme y una complejidad que tienen en su vida cotidiana”, afirmó Cruz.

El regreso de una historia universal

La productora Salma Hayek concluyó sus reflexiones durante la conferencia al señalar que la profundidad de Como agua para chocolate continúa siendo relevante: “Lo que es interesante son las interpretaciones de las nuevas generaciones. Cuando tú ves un clásico y lo vuelves a ver, lo vas a interpretar diferente, te vas a dar cuenta de que hay cosas que no viste en aquella época”.

Esta nueva adaptación, producida por Ventanarosa Productions bajo la supervisión de Hayek, pretende conectar a una audiencia moderna con una historia que, a pesar del tiempo, sigue vigente en su exploración de las emociones, los derechos y la libertad de las mujeres. Como expresó Irene Azuela, “Es un México distinto al que estamos viviendo hoy en día, entonces la posibilidad de regresar a esa historia desde donde estamos es un regalo creo que para todos”.

Así, Como agua para chocolate promete ser una serie inolvidable que no solo nos llevará a los sabores y olores de la cocina mexicana, sino también a una historia de lucha femenina que continúa resonando en nuestros días. La serie estrenará su primer episodio este domingo 3 de noviembre en Max.

Vía Infobae