Gana elecciones primera ministra de Bangladesh; oposición protesta

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La primera ministra de Bangladesh, Sheikh Hasina, ganó las elecciones legislativas de este domingo, según los resultados divulgados por la televisión, que la oposición rechazó denunciando fraude, al término de una jornada marcada por la violencia que dejó 17 muertos.

La coalición de Hasina, la Liga Awami, ya suma 191 de los 300 escaños del Parlamento unicameral, contra sólo cinco para la oposición, según la cadena de televisión Channel 24. Los resultados oficiales se divulgarán el lunes.

“Pedimos a la Comisión electoral que anule estos resultados de inmediato”, declaró al conocerse la tendencia el dirigente de la oposición Kamal Hosain, de 82 años y considerado el “padre” de la Constitución del país. “Exigimos que un gobierno neutral organice nuevas elecciones lo antes posible”, agregó ante la prensa.

Sheikh Hasina, de 71 años e hija de Sheikh Mujibur Rahman, el primer presidente de Bangladesh, obtendría así su tercer mandato de cinco años consecutivo desde 2008, y el cuarto desde el de 1996-2001, un récord nacional.

Al igual que la campaña electoral, el escrutinio mayoritario uninominal del domingo, que se terminó a las 16H00 locales (10H00 GMT), estuvo marcado por enfrentamientos entre partidarios de la Liga Awami y el Partido Nacionalista de Bangladesh (BNP), el principal partido de oposición, en los que murieron 13 personas. Otras cuatro fallecieron por impactos de bala en incidentes separados.

El gobierno anunció el despliegue de unos 600.000 miembros de la policía, el ejército y de otras fuerzas de seguridad para asegurar el buen desarrollo de las elecciones legislativas, las undécimas desde la independencia del país, en 1971.

Hasina es muy popular entre una parte de sus conciudadanos gracias a un periodo de gran crecimiento económico (más del 6% anual) y por haber hecho que Bangladesh pierda su imagen de nación pobre. Igualmente acogió en su territorio a cientos de miles de rohinyás que huían de Birmania.

Pero sus detractores la describen como una autócrata en ciernes que ha encarcelado a su rival Khaleda Zia y ha reprimido a la disidencia con detenciones masivas, desapariciones forzadas y duras leyes que amordazan a la prensa.

Acusaciones de represión

Varias organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos, entre ellas Human Rights Watch, denunciaron el sábado en un comunicado conjunto las medidas represivas que crearon un clima de miedo para disuadir a los simpatizantes de la oposición de acudir a las urnas, algo que Sheikh Hasina desmintió.

La ONU y Estados Unidos se interrogaron sobre la credibilidad del proceso electoral. El BNP, que boicoteó las anteriores elecciones en 2014, afirmó por su parte que miembros de la Liga Awami agredieron a sus militantes para desalentar a los electores.

Responsables de los colegios electorales en la capital hablaban de una baja participación por la mañana. La coalición de oposición dirigida por el BNP aseguró que se habían constatado acciones fraudulentas. Para el portavoz de este partido, Syed Moazzem Hossain Alal, la atribución de 221 de los 300 escaños del parlamento está en duda puesto que muchos electores no pudieron entrar en las cabinas de votación.

El portavoz de la Comisión electoral, S.M. Asaduzzaman, reconoció simplemente ante la AFP que había recibido “algunas acusaciones de irregularidades”, que su organismo, tildado de parcialidad por los dirigentes de la oposición, estaba investigando.

El partido de Khaleda Zia, opositora y enemiga acérrima de Hasina, dijo además que 15.000 militantes fueron encarcelados desde el 8 de noviembre. Según la oposición, 17 candidatos habrían sido detenidos bajo cargos falsos y tribunales controlados por Sheikh Hasina habrían impedido a otros 17 opositores participar en las elecciones.

“No son unas elecciones libres y justas. Es más bien una selección controlada”, declaró un diplomático occidental bajo condición de anonimato. El regulador de telecomunicaciones había ordenado a los operadores móviles bangladesíes cortar las redes 3G y 4G hasta la noche del domingo, para “evitar que se propaguen rumores”, indicó un portavoz.

Fuente: La Jornada