Hasta el 40 por ciento de los mayores de 55 años de edad tienen algún grado de deterioro cognitivo por envejecimiento, es decir, pérdida de la memoria de hechos recientes, como qué desayunó, a dónde fue el día anterior y qué ropa usó, dónde dejó el carro estacionado, qué actividad realizó; también se le olvida el nombre de las cosas y de las personas.
Para retrasar ese deterioro es necesario tener buenos hábitos de vida, preferentemente desde la infancia y la juventud, tales como peso corporal adecuado, hacer ejercicio, alimentarse de manera balanceada y no consumir drogas ni fumar o ingerir alcohol.
El jefe de Prestaciones Médicas del IMSS en Oaxaca, Víctor San Pedro Suarez, dijo que enfermedades crónicas como la obesidad, la hipertensión arterial y la diabetes mellitus, o tener colesterol y ateroesclerosis (depósito de placas de grasa en la pared de los vasos sanguíneos que ocasionan pérdida de elasticidad de los mismos), son factores que aceleran el deterioro cognitivo, por lo que es muy importante evitarlos, o bien, mantener sus indicadores en niveles adecuados.
Explicó que el proceso de atrofia de las conexiones neurológicas se manifiesta tras un periodo de 10 a 15 años de evolución, es decir, durante ese tiempo se acumulan adentro y afuera de las neuronas una serie de sustancias, inclusive grasa, lo que genera una interferencia química y eléctrica para que se puedan conectar y realizar sus funciones.
Con la certeza de evitar el deterioro cognitivo, existen muchos productos que se han comercializado, sobre todo, en tiendas naturistas, cuyos beneficios neuronales no están demostrados científicamente, advirtió el médico del IMSS. Agregó que lo único que asegura y comprueba su efectividad, son los buenos hábitos de vida y realizar actividades que hagan trabajar al cerebro, como hacer cuentas, leer, relacionarse con otras personas, emitir opiniones y hacer análisis sobre diversos temas, hasta de los que se ven en televisión.
Asimismo, dijo, es útil pintar o dibujar, así como jugar sopa de letras, ajedrez, damas chinas y dominó, a fin de crear nuevas vías de conexión a nivel cerebral; se recomienda usar la mano izquierda para lavarse la boca, peinarse, escribir o hacer cosas para las que frecuentemente no se usa.
San Pedro Suárez destacó que después de los 55 años de edad empieza a ser evidente el deterioro cognitivo por envejecimiento, pero mientras la persona se dé cuenta de dichos cambios (hay introspección o autocritica), se trata de un proceso normal que puede mantenerse en las mismas condiciones hasta por una década, y después seguirse marcando otras deficiencias menores.
Resaltó que el cerebro tiene capacidad denominada plástica, y que gracias a ésta cuando alguien sufre una embolla y pierde la capacidad de mover un brazo, por ejemplo, al cabo de un tiempo se recupera, y aunque no lo haga perfectamente, lo mueve otra vez.
La explicación, señaló, es que las neuronas que están alrededor de la parte afectada del cerebro se reeducan y toman esa función. El cerebro humano tiene la capacidad de recomponerse, reestructurarse y de re direccionar su función. Ese es el principio de la gimnasia cerebral: estimular áreas que habitualmente no se usan.
