Antes ocupada por activos, la bóveda de la primera institución bancaria de Oaxaca resguarda ahora otros tesoros. Cinco obras de cinco maestros del arte mexicano: Rufino Tamayo, Rodolfo Morales, Francisco Toledo, Rodolfo Nieto y Sergio Hernández cierran el recorrido de la nueva Casa de Cultura Banamex Casa Villa de Antequera que, a partir de hoy, se suma a los cinco espacios culturales con que cuenta la firma en el país.

A una calle de la catedral de Oaxaca, justo enfrente del Teatro Macedonio Alcalá, se erige el edificio que incluye 250 metros cuadrados de galería, una tienda, y un salón de usos múltiples que se sumará a la oferta en los próximos meses.
Por lo pronto, anunció Ignacio Monterrubio Salazar, subdirector de Fomento Cultural Banamex, el sitio abre con tres exposiciones: una muestra de 34 fotografías, 15 de ellas captadas en Oaxaca, de “El México de los mexicanos III”; una centena de piezas de “Grandes Maestros del Arte Popular de Oaxaca”; así como “Vanguardia oaxaqueña del siglo XX”, con la obra de los cinco pintores del estado que ocupa la bóveda.
No sé trata de una programación permanente, las exposiciones inaugurales permanecerán hasta marzo del próximo año y la idea es cambiar la oferta con cierta regularidad, cada cuatro o cinco meses. Uno de los proyectos es hacer armar, en el corto plazo, una pequeña retrospectiva de Francisco Toledo, de acuerdo con Claudia Caloca, quien se encargará de la dirección del sitio. Para adaptar la casa y dotarla de las condiciones necesarias para recibir exposiciones el banco ha invertido siete millones de pesos.
El origen del inmueble está íntimamente ligado con la historia bancaria de Oaxaca. Andrés Albo, director de Compromiso Social Banamex, recordó que fue ahí donde se estableció la institución en 1896, doce años después de que Oaxaca se convirtiera en la octava sede del Banco Nacional de México en el país.
Las primeras adecuaciones del edificio se llevaron a cabo en 1911 y 20 años después el inmueble se ve afectado por un terremoto, tras realizar las reparaciones siguió operando ininterrumpidamente hasta que en 1968, el arquitecto Luis Ortiz Macedo emprende una remodelación del domicilio y le da el aspecto que se conserva hasta ahora:

Para el Banco Nacional de México, sus edificios históricos son un patrimonio valuable, cuyo papel no debe limitarse a ser guardianes de la memoria histórica, son puentes entre el pasado y el futuro”, dijo.
Entrando por la calle Armenta y López, en el centro histórico de Oaxaca, los visitantes se topan en el vestíbulo del espacio con las maquetas de otras casas de cultura de la institución; en la planta alta, una línea del tiempo ubica al espectador en los diferentes periodos de la historia del.banco y más adelante se cuentan, con vídeo y audio, tres leyendas oaxaqueñas del cronista de la ciudad Jorge Bueno.
Inmediatamente después continúan las exposiciones y habrá que recorrer un pasillo y volver a bajar escaleras para llegar a la antigua bóveda. Este espacio conserva su puerta de hierro de principios del siglo XX cuando comenzaron a colocarse en las sucursales bancarias. Dos de las cinco obras de artistas oaxaqueños que ahí se exhiben, la de Rodolfo Morales (“Columnas de mercado”) y la de Francisco Toledo (“Bicleta oaxaqueña”), corresponden a obras repatriadas y comparadas por la institución en subastas fuera del país. Estás obras también serán rotadas después de un tiempo de exhibición.
Vía El Heraldo de México