Ya lo advertía el científico británico James Lovelock: la única amenaza del hombre no solo proviene de la Tierra… sino también del espacio. Ya les ocurrió a los dinosaurios. ¿Qué puede impedir que se vuelva a repetir? «Los humanos, que tienen el beneficio del conocimiento y la ciencia de su lado», responde el astrofísico y guitarrista de Queen, Brian May. El investigador relata en el último video de la Agencia Espacial Europea (ESA) el propósito de la misión conjunta AIDA (cuyas siglas quieren decir Evaluación de Desviación de Impacto de Asteroides). La ESA en colaboración con la NASA pretenden demostrar que, llegado el momento, la humanidad posee la tecnología necesaria para cambiar de trayectoria una roca potencialmente peligrosa para la Tierra. Es decir, probar la eficacia de nuestro primer proyecto de defensa planetaria.
Momento clave para la misión que pretende desviar un asteroide de chocar contra la Tierra
La próxima semana se reunirán el Roma la NASA y la Agencia Espacial Europea para debatir sobre el primer simulacro de defensa planetaria
MadridActualizado:
Ya lo advertía el científico británico James Lovelock: la única amenaza del hombre no solo proviene de la Tierra… sino también del espacio. Ya les ocurrió a los dinosaurios. ¿Qué puede impedir que se vuelva a repetir? «Los humanos, que tienen el beneficio del conocimiento y la ciencia de su lado», responde el astrofísico y guitarrista de Queen, Brian May. El investigador relata en el último video de la Agencia Espacial Europea (ESA) el propósito de la misión conjunta AIDA (cuyas siglas quieren decir Evaluación de Desviación de Impacto de Asteroides). La ESA en colaboración con la NASA pretenden demostrar que, llegado el momento, la humanidad posee la tecnología necesaria para cambiar de trayectoria una roca potencialmente peligrosa para la Tierra. Es decir, probar la eficacia de nuestro primer proyecto de defensa planetaria.
En concreto, la misión planea desviar la órbita del cuerpo más pequeño del sistema de asteroides doble llamado Didymos, situado entre la Tierra y Marte. En un primer lugar, una nave se impactará contra el objeto más pequeño de las dos rocas, que orbita sobre la más grande -llamada misión DART y dependiente de la NASA-. Después, un segundo vehículo espacial examinará el lugar del accidente y reunirá la mayor cantidad posible de datos sobre el efecto de esta colisión -misión Hera-.
Si bien ambos proyectos están programados para principios de la próxima década (DART partirá en el verano de 2021 para colisionar con Didymos en septiembre de 2023; y la misión Hera partirá en 2024 para llegar al sistema binario en 2026), la próxima semana la misión conjunta se enfrenta a uno de sus momentos más delicados: después de que la parte europea sufriera varios retrasos e incluso se llegara a caer del programa, un Taller Internacional formado por expertos de la ESA y la NASA que se celebrará del 11 al 13 de septiembre en Roma intentará evaluar los siguientes pasos de la doble misión.
Progreso actual de las misiones
La contribución de la NASA a AIDA, la Prueba de Impacto Doble Asteroide, o nave espacial DART, ya está en construcción para su lanzamiento en el verano de 2021, para colisionar con su objetivo a 6,6 km/s en septiembre de 2022. Junto a DART volará una nave en miniatura o CubeSat, llamado LICIACube (Light Italian CubeSat for Imaging of Asteroids) para registrar el momento del impacto.
Después se producirá la parte de ESA con la misión llamada Hera. Su objetivo será realizar un estudio de la superficie del asteroide y el impacto, adquiriendo medidas como la masa de la roca y la forma detallada del cráter. Hera también desplegará un par de CubeSats para primeros planos de ambos asteroides y del estado de la primera sonda enviada.
«Los resultados devueltos por Hera permitirían a los investigadores modelar mejor la eficiencia de la colisión, para convertir este experimento a gran escala en una técnica que podría repetirse según sea necesario en caso de una amenaza real», explican desde la ESA en un comunicado.
La importancia de la misión Hera
«DART puede realizar su misión sin Hera: el efecto de su impacto en la órbita del asteroide será medible utilizando solo observatorios terrestres en la Tierra», explica Ian Carnelli, gerente de Hera para la ESA. «Pero el hecho de realizar las dos misiones juntas aumentará enormemente su retorno general de conocimiento. De hecho, Hera recopilará datos esenciales para convertir este experimento único en una técnica de desviación de asteroides aplicable a otras rocas espaciales. Hera también será la primera misión en encontrarse con un sistema de asteroides binarios, una clase misteriosa de objetos que se cree que representan alrededor del 15% de todos los asteroides conocidos».
Además, Hera probará otras nuevas tecnologías punteras, como CubeSats desarrollados para condiciones de espacio profundo, enlaces entre satélites y técnicas de navegación autónomas basadas en imágenes, a la vez que brindará una valiosa experiencia en operaciones de baja gravedad.