El enviado especial de la ONU para Yemen, Martin Griffiths, instó este viernes a crear “un régimen de vigilancia fuerte y competente” en ese país, un día después de que las partes en conflicto acordaran un alto el fuego en una ciudad portuaria vital, Hodeida.
Pero mientras la ONU debatía sobre el despliegue de observadores allí, estallaron enfrentamientos esporádicos en las cercanías, poniendo en evidencia la extrema fragilidad de esta limitada tregua y los riesgos potenciales para el personal en la región.
Las facciones beligerantes de Yemen aceptaron el jueves en las negociaciones moderadas por la ONU el alto el fuego en Hodeida, un puerto clave para la ayuda y las importaciones de alimentos a un país donde 14 millones de personas están al borde del hambre.
“Un régimen de vigilancia fuerte y competente no es solamente esencial. Es algo que se necesita urgentemente. Y las dos partes nos han dicho que estarían de acuerdo”, declaró el enviado en una comunicación por video desde Jordania.
Dijo que las partes en conflicto de Yemen le dijeron que agradecerían el monitoreo y les pidió que lo permitieran “en unos días”.
“Permitir que la ONU tenga un papel líder en los puertos es el primer paso crucial (…). La ONU tendrá un rol dirigente para ayudar en la gestión y en las inspecciones de los puertos del mar Rojo de Hodeida, Salif y Ras Issa”, agregó.
Pero solo unas horas después del acuerdo, se pudo escuchar el fuego de artillería en el sur de Hodeida, dijo un residente a la AFP por teléfono, mientras que otro que vive en el extremo este de la ciudad dijo que podía escuchar un intercambio de disparos cada 15 minutos.
Según diplomáticos, el secretario general de la ONU Antonio Guterres podría proponer próximamente al Consejo de Seguridad un mecanismo de vigilancia del puerto y ciudad de Hodeida con 30-40 observadores.
No se excluye que algunos países envíen observadores al terreno “en misión de reconocimiento” antes de la adopción formal de una resolución, indicaron diplomáticos, uno de los cuales mencionó la posibilidad de que Holanda o Canadá manden funcionarios.
Incertidumbre
La ONU obtuvo el jueves una tregua en varias regiones devastadas de Yemen, luego de consultas de paz en Suecia.
Hasta ahora habían fracasado todos los intentos de poner fin a la guerra, que ha dejado unos 10 mil muertos en cuatro años. El gobierno yemení del presidente Abd Rabbo Mansur Hadi es apoyado por Arabia Saudita y los rebeldes hutíes, respaldados por Irán.
La embajadora estadunidense ante la ONU, Nikki Haley, señaló este viernes que “la peor crisis humanitaria del mundo pedía (al Consejo de Seguridad) que adoptara medidas, con el fin de que las partes en conflicto rindan cuentas por sus actos”. “Esto exige responder a la agresión iraní, que está en el origen de la crisis”, indicó.
Washington acusa regularmente a Irán de apoyar militarmente a los rebeldes hutíes, algo que Teherán desmiente, reconociendo solo un apoyo político.
Nikki Haley también señaló que “esperaba que las partes comiencen a retirar (de Hodeida) sus fuerzas en los próximos días”.
“Millones de yemeníes siguen buscando desesperadamente ayuda y protección”, afirmó anteriormente en el Consejo de Seguridad el secretario general adjunto de la ONU para asuntos humanitarios, Mark Lowcock.
Lowcock advierte desde hace meses al Consejo de Seguridad sobre la situación gravísima de Yemen, en guerra desde 2014. A comienzos de la semana, el responsable anunció que la ONU estaba tratando de conseguir 4 mil millones de dólares para proporcionar ayuda humanitaria en 2019 a cerca de 20 millones de yemeníes, el 70 por ciento de la población.
Fuente: La Jornada