EFE.- Este domingo la misión Escapade no sólo iniciará su viaje hacia Marte, también buscará un “nuevo camino” para que los viajes al planeta vecino puedan ser más frecuentes y flexibles, tratará de entender cómo perdió su atmósfera y que relación tiene eso con la seguridad y la comunicación en su superficie y experimentará con misiones más baratas y con mayor participación privada.
Los resultados, en conjunto, proporcionarán información clave sobre las condiciones que enfrentarían los futuros astronautas que viajen o se establezcan allí.
Escapade debe su nombre al inglés para Exploradores del escape, la aceleración y la dinámica del plasma —que es el estado de la materia en la ionosfera de los planetas— y consiste en dos satélites idénticos que estudiarán la interacción entre el viento solar y el campo magnético de Marte.
La información permitirá entender los aspectos científicos de lo que sucedió con la atmósfera de Marte, pero entender cómo varía la ionosfera también “será fundamental para corregir las distorsiones en las señales de radio que necesitaremos para comunicarnos y navegar en Marte“, explica Robert Lillis, investigador principal de Escapade, de acuerdo con información de la NASA.
Escapade ayudará también a pronosticar tormentas solares, cuya radiación “podría dañar a los astronautas en la superficie o en órbita de Marte”, añade Lillis.
Blue, Gold y New Glenn en un nuevo camino a Marte
“Para comprender cómo el viento solar impulsa los distintos tipos de escape atmosférico necesitamos una perspectiva doble —dos puntos de vista simultáneos—, y eso es exactamente lo que ESCAPADE nos proporcionará”, explica Lillis sobre el hecho de que la misión consista de dos satélites.
Los satélites, llamados Blue y Gold, fueron desarrolladas por la compañía Rocket Lab USA; serán lanzados este domingo desde Florida a bordo de un cohete New Glenn, de la compañía Blue Origin de Jeff Bezos, en lo que será la segunda misión de este vehículo espacial, y llegarán a Marte en 2027.
Blue y Gold serán operados desde el centro de control de misiones de la Universidad de California en Berkeley (UC Berkeley), en el primer proyecto planetario liderado por esta institución, y sus instrumentos científicos fueron diseñados y construidos en asociación con otras instituciones.
Las misiones que se han mandado a Marte hasta ahora tienen una ventana de pocas semanas cada 26 meses para ser lanzadas, pero Escapade tiene otra ruta calculada, que podría transformar los viajes futuros al planeta rojo haciéndolos más flexibles y frecuentes.
“¿Podemos lanzar a Marte cuando los planetas no están alineados? Escapade está allanando el camino para eso”, afirmó Jeffrey Parker, de la empresa Advanced Space LLC, socia del proyecto.
Un viaje de riesgo compartido
Escapade, con un costo total de 49 millones de dólares, representa también una nueva forma de explorar el espacio: misiones más pequeñas, de menor costo, mayor participación del sector privado y “una mayor tolerancia al riesgo”, dice Lillis, investigador del Laboratorio de Ciencias Espaciales de UC Berkeley.
La misión incluye instrumentos diseñados por la Universidad Aeronáutica Embry-Riddle de Florida para analizar cómo interactúa el viento solar con el entorno magnético de Marte y cómo esta interacción impulsa el escape atmosférico del planeta.
Esta erosión atmosférica se refiere a la pérdida gradual de gases de la atmósfera de un planeta al espacio exterior, un fenómeno esencial para entender cómo Marte pasó de ser un planeta con agua líquida hace millones de años, a un planeta frío y árido en la actualidad.
“Sabemos que Marte tuvo una atmósfera densa en el pasado, pero hoy es muy tenue. La atmósfera solo puede desaparecer de dos maneras: filtrándose al subsuelo o escapando al espacio, y este último proceso ha sido un factor clave en la evolución del planeta”, indicó la física espacial Shaoxui Xu, subdirectora de la misión.






































