Una nueva especie de bejuco que crece en la Sierra Norte de Oaxaca, fue descubierta por investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a la que han nombrado Ruehssia magalloniae, en honor a Susana Magallón Puebla, directora del Instituto de Biología (IB) de esa institución educativa.
Es una flor de color rosa pálido con un aroma parecido al de las gardenias, además son extremadamente complejas ya que fusionan sus órganos en un mismo ciclo floral y después, para tener interacciones muy complejas y específicas con los polinizadores. Esto es una estrategia muy elaborada en su morfología que podría estar relacionada con la riqueza de especies.
Gracias a la iniciativa impulsada por Abisaí García Mendoza, experto del Jardín Botánico del IB, el descubrimiento de esta nueva especie comenzó cuando propuso que los calendarios fueran dedicados a ilustrar los ambientes extraordinarios de México. El primero fue para la flora que crece en suelos salinos.
Posteriormente se revisó la flora alpina del Valle de México; la del bosque de la mariposa Monarca y para 2023, se documentó la del bosque mesófilo de montaña, en la sierra Norte de Oaxaca.
La presentación oficial de Ruehssia magalloniae se realizó en la revista Ciencias botánicas, cuyo descubrimiento representa un hito importante para la comunidad científica. Magallón Puebla expresó su satisfacción por este reconocimiento, ya que es una especie con muchos atributos interesantes.
La especie de bejuco Ruehssia magalloniae en la sierra Norte de Oaxaca, es una especie vulnerable según los criterios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Su presencia eleva a 18 el número de especies de Ruehssia en Oaxaca.
Los investigadores establecen que la colecta del ejemplar se realizó en mayo de 2022 y su hallazgo ha incrementado a 39 el número de especies del género Ruehssia registradas en México, lo que convierte al país en uno de los que tienen mayor diversidad en el mundo.
Para confirmar que se trataba de una nueva especie, la planta fue llevada al Herbario Nacional de México (MEXU), donde el estudiante de posgrado Daniel Sandoval Gutiérrez la revisó y notó que tenía una morfología interesante. Por esta razón, acudieron al especialista en apocináceas Leonardo Alvarado Cárdenas, de la Facultad de Ciencias, quien confirmó los estudios.
Asimismo, establecieron que debido a las condiciones en las cuales crece Ruehssia magalloniae de manera natural, no puede ser cultivada y solo surge en la naturaleza. Sin embargo, confían en que se conservará bien, ya que las comunidades de la zona favorecen el turismo sustentable y cuidan de la región.
La flor descrita mide un centímetro, y aunque ya se ha identificado su género, es necesario rehidratarla y revisarla al microscopio para determinar con certeza de qué planta se trata, ya que las estructuras más importantes están ocultas a simple vista, según explicó el experto.
El descubrimiento de esta nueva especie de bejuco es un recordatorio de la importancia de la conservación de la biodiversidad y una muestra más de la riqueza natural que nuestro país posee.
Regina Gutiérrez