Columna | BinniBus: el autobus de la gente

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Por Jesús Romero

**“El BinniBus es hoy una muestra de que la Primavera Oaxaqueña cumple, y de que Oaxaca camina hacia adelante porque se gobierna con honestidad y con la gente en el centro”

Durante dos sexenios, Oaxaca fue testigo del fracaso de un proyecto que nació muerto. El llamado Citybus, heredado de los gobiernos de Gabino Cué y Alejandro Murat, símbolo de corrupción y engaño: autobuses comprados y arrumbados por años, estaciones vacías y millones de pesos tirados al abandono. Fue la prueba de que cuando no hay compromiso con el pueblo, las obras fracasan.

Hoy la historia es distinta. Con la llegada de la Primavera Oaxaqueña, el gobernador Salomón Jara Cruz tomó la decisión política de rescatar lo que otros dejaron morir. Así nació el BinniBus, “Binni” es una palabra zapoteca que significa gente, y que hoy se traduce en rutas que funcionan, autobuses modernos en circulación y un servicio digno al alcance de miles de oaxaqueños. BinniBus, el autobús de la gente.

El contraste es contundente: dos gobiernos de omisión frente a un gobierno de transformación. El BinniBus no es un simple cambio de nombre, es un cambio de rumbo. Pasó de ser símbolo de abandono a convertirse en un servicio real con tarifas sociales, accesibilidad y seguridad para la gente.

La lección es clara: cuando hay omisión y abandono, triunfa la corrupción; cuando hay voluntad y compromiso, los proyectos viven y benefician al pueblo. El BinniBus es hoy una muestra de que la Primavera Oaxaqueña cumple, y de que Oaxaca camina hacia adelante porque se gobierna con honestidad y con la gente en el centro.

Y que no quede duda: mientras unos sembraron corrupción y engaño, hoy Oaxaca cosecha servicio y dignidad. Esa es la diferencia entre quienes traicionaron al pueblo y quienes hoy lo transforman.