Alejandro Armenta propone castración química para agresores sexuales en Puebla

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El gobernador electo de Puebla, Alejandro Armenta Mier, detalló en conferencia de prensa que propondrá modificar el Código Penal del estado de Puebla para aplicar la castración química como castigo para agresores sexuales.

Además, recordó que esta iniciativa ya se había presentado en 2021 cuando se desempeñaba como legislador en el Senado de la República, la cual establece este castigo a través de una inyección que reduce el impulso sexual.

“La castración sexual no es sacar el machete, algunos creen que se utiliza el machete o la guadaña para cortárselas a todos, pero no es así, es una inyección, un químico que disminuye la libido”, comentó durante la conferencia de este martes 12 de noviembre.

El gobernador electo también argumentó que cuando un agresor sexual sale de la cárcel, y aunque haya tenido un proceso de incorporación social, sus impulsos sexuales no se limitan, por lo que puede incurrir nuevamente en el delito.

Ante esta situación, aseguró que su propuesta de castración química ha sido a petición de madres cuyos hijos e hijas han sido víctimas de violación: “Los expertos en derechos humanos dijeron que estábamos violando las garantías de los delincuentes, es una dicotomía”.

Armenta Mier aseguró que una de sus prioridades para el estado de Puebla es salvaguardar los derechos de las víctimas de agresiones, por lo que una vez que asuma el cargo como gobernador presentará su iniciativa ante el Congreso del Estado para su discusión.

Finalmente, el gobernador electo mencionó que las víctimas no pueden ser reparadas en el daño que se les genera por parte de los agresores sexuales, ya que incluso algunas han muerto.

“Lo que sufren nuestros hijos violados no tiene correspondencia a lo que representa la castración química”, comentó.

¿Qué es la castración química?

La castración química es un tratamiento médico utilizado para reducir el deseo sexual y la actividad sexual en hombres al utilizar sustancias hormonales que disminuyen la libido.

Este procedimiento consiste en la administración de medicamentos que disminuyen significativamente los niveles de testosterona, la hormona responsable del impulso sexual masculino. A diferencia de la castración quirúrgica, que es irreversible, la castración química puede ser reversible cuando se suspende el tratamiento.

El tratamiento conlleva efectos secundarios como disminución del deseo sexual, cambios de humor, aumento de peso y pérdida de densidad ósea. Además, la castración química es un tema controvertido desde un punto de vista ético y legal, ya que plantea cuestiones sobre el consentimiento, la dignidad humana y los derechos individuales.

Vía Infobae