Irán anunció este lunes que advirtió a Estados Unidos contra una eventual captura de un petrolero iraní que zarpó desde Gibraltar, donde estaba retenido desde el 4 de julio.
El petrolero levó el ancla en la noche del domingo y navegaba hacia el sur, según el sitio de seguimiento de buques Marine Traffic. Las autoridades de Gibraltar no confirmaron su partida y seguía sin saberse cuál era su destino y el de su cargamento.
Gibraltar había ordenado la detención del buque, sospechoso de transportar petróleo para Siria, en aplicación de las sanciones europeas contra el país en guerra.
El buque, que transporta 2.1 millones de barriles de crudo, fue autorizado a salir una vez hubo garantizado que la carga no sería entregada a Siria.
El barco, antes denominado Grace 1 y que contaba con bandera panameña, fue rebautizado para continuar su viaje como Adrian Darya, esta vez con pabellón iraní.
“Ninguna base jurídica”
Según un comunicado publicado el domingo, las autoridades de Gibraltar, ubicado en el extremo sur de España, rechazaron la petición de auxilio jurídico de Estados Unidos.
“En virtud del derecho europeo, Gibraltar no puede proveer la asistencia solicitada por Estados Unidos”, afirmaron.
El lunes, cuando el Adrian Darya ya había abandonado aguas gibraltareñas, Irán anunció que había lanzado una advertencia a Estados Unidos a través de la embajada Suiza en Teherán (que representa los intereses estadounidenses) contra nuevos intentos de bloqueo.
Tras acusar a Washington de llevar a cabo “una guerra económica”, el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, calificó este lunes las exigencias estadounidenses de “parodia de justicia”.
El ministro advirtió que Irán “no puede ser transparente sobre el destino de nuestro petróleo porque Estados Unidos intenta intimidar a los demás para que no compren nuestro petróleo”.
La retención del petrolero por parte de Gibraltar y la marina británica provocó una importante crisis diplomática entre Teherán y Londres.
Fuente: La Jornada