Reúnen lo más reciente de Felipe Ehrenberg (1943-2017)

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Si Felipe Ehrenberg (Ciudad de México, 1943-Morelos, 2017) viviera el proceso de elección presidencial, su archivo digital de memes crecería exponencialmente. Pues si algo llamó su atención en los últimos años fue el binomio imagen-texto construido desde el anonimato virtual. Y como si se trataran de calcomanías infantiles, coleccionó todo tipo de material creativo, irónico y burlón que encontraba en internet; que se convirtió en detonador de uno de sus últimos proyectos artísticos.

Es la serie Factor RH, imágenes producidas por Ehrenberg bajo las reglas del concepto meme para hacer crítica política, comentarios sociales, quejas sobre la burocracia y lecturas personales sobre el México actual. Construcciones visuales que, en el fondo, responden a la actitud experimental de quien falleció el 15 de mayo de 2017.

Once piezas de este conjunto se exhibirán por primera vez en la Galería Metropolitana de la Universidad Autónoma Metropolitana, junto con dos proyectos inéditos para integrar la exposición ¡La última y nos vamos!. Una suerte de retrospectiva centrada, paradójicamente, más en el presente que el pasado, bajo la curaduría de Víctor Muñoz, artista y amigo de Ehrenberg. Ambos integrantes del colectivo Proceso Pentágono.

La exhibición, que servirá como homenaje a un año de la muerte del artista, integra también las series nuevas Casos aislados y Pas de deux. Y a manera de preámbulo, una breve introducción del trabajo temprano del fundador de la editorial Beau Geste Press para lograr una panorámica de la labor estética del premiado con la Beca Guggenheim (1976), el Premio Perpetua (Inglaterra, 1974) y el Premio Femirama (Buenos Aires, 1968)

Para Muñoz, quien colabora en la curaduría con Lourdes Hernández, esposa del artista, presentar obra actual de Ehrenberg cumple dos objetivos. Primero, dar cuenta de su trabajo continuo a pesar de su estado de salud delicado en los últimos meses. Y segundo, mostrar pruebas materiales de la actitud del artista hacia el arte: su búsqueda incansable por nuevas maneras de expresión. Pues si algo lo define es ser un “desesperado buscador de lenguajes”.

“Me interesa que quede muy clara la importancia de la actitud de Felipe frente al lenguaje. Él era en realidad un desesperado buscador de lenguajes visuales y es esa su característica principal que quiero que quede claro, que no fue en el último momento de su vida,  sino desde adolescente, dentro y fuera de la plástica; en la escritura, en el arte correo, en el arte del cuerpo, el performance, en cualquier cosa, siempre estuvo inquieto por la búsqueda de lenguajes nuevos para hacer arte”, señala Muñoz en entrevista.

Actitud que se tradujo en la experimentación de toda posibilidad expresiva. La lista es extensa: el dibujo, la pintura, la escultura, el diseño gráfico, la obra 3D, la instalación, la poesía sonora, el arte objeto, la fotografía, el video, el performance, y un largo etcétera que terminó en el juego con el meme o en las pequeñas maquetas a manera de representaciones objetuales de sus críticas políticas que integran la serie Casos aislados.

En el conjunto de memes, explica Muñoz, llama la atención el juego imagen-texto. En algunos casos, la ironía del neólogo –término que le asignó Fernando del Paso– lo llevó a representarse él mismo. Collages visuales en mediano formato que si ahora circularan en las redes sociales destacarían por la acidez del humor y la pertinencia del comentario.

Mientras que en las pequeñas maquetas de la serie Casos aislados también hay críticas políticas y sociales aunque en estas resalta la manera en que se da un nuevo significado a un significante. Son objetos de la cotidianidad que terminaron con vida útil, y Ehrenberg rescató para construir escenarios plásticos y darles un nuevo concepto. Juguetes, cuadros, retratos o cualquier pieza que pareciera basura y él los llevó al arte.

“Lo que quiero decir es que la sociedad actual de consumo tira muchas cosas, tira y desperdicia, y él iba rescatando estos objetos de la clase media, objetos que le parecían importantes, y así fue creando una sintaxis estética con lenguajes experimentales. No es que esto no se hiciera antes, sino cómo lo hace él”, apunta Muñoz, quien tras disolverse el colectivo Proceso Pentágono, conservó una amistad con Ehrenberg.

En esta experimentación de medios, viene a cuenta la serie Pas de deux (2004-2008), un conjunto de dibujos de los que importa no el resultado, sino el proceso. Son trazos que Ehrenberg hace de una modelo en la acción de estar con ella. El curador los define como eróticos, al tiempo que insiste en la importancia de “leer” el proceso de producción y no la obra resultante.

“En la sala de introducción se hará evidente cómo se trata de una inquietud de adolescente que se convierte en una actitud de búsqueda, actitud que lo lleva a la experimentación y cuando él ya se va a Londres su actitud frente al lenguaje genera empatía hacia el movimiento Fluxus que ya estaba en desarrollo en Europa, entonces se hace claro esa posición experimental.

“Sé que habrá público especializado, pero también hay público que no conoce al autor y me interesa mucho una primera sala que ayude a dar una idea de su trayectoria de 60, casi 70 años”, precisa Muñoz, quien ve en los últimos proyectos de Ehrenberg un cierre del círculo creativo. Por ejemplo, los memes como respuesta a esa inquietud temprana de imagen-texto que lo llevó a fundar su propia editorial en Londres.

El curador recuerda que al regresar a la Ciudad de México, tras su estancia en Brasil, quien fue alumno de Mathias Goeritz estuvo muy activo en la recuperación de obra y organización de su archivo. Reunió piezas que tenía en préstamos en galerías y dio orden a su obra, pero aún hay muchas piezas dispersas que haría falta revisar para plantear una lectura mayor de su trabajo.

“Él entendía que había poco tiempo ya e intentó poner orden a sus materiales, pero paradójicamente nunca dejó de trabajar, fue una obsesión de 24 horas de estar trabajando y produjo estas series tan interesantes”, recordó Muñoz.

Fuente: Excélsior