Con el objetivo de tener una mejor vida, hace 22 años la señora Guadalupe Godines Salazar y su esposo salieron de Tamaulipas para vivir en Cadereyta, Nuevo León.
Desde hace más de dos décadas han vivido en un tren de vagón abandonado que se encuentra a la orilla de la carretera Reynosa-Monterrey frente a la Refinería Cadereyta.
En este lugar crecieron sus hijos.
La familia tambiñen la integran cuatro perros y cinco gatos.
El vagón tiene electricidad y el agua la obtienen de los tinacos.
Fuente: La Jornada