Donald Trump cree lo que quiere creer a pesar de que esta semana ha sufrido un revés tras otro en los tribunales de los Estados en los que planteó demandas para anular el escrutinio de votos por correo o invalidar la certificación de papeletas por considerar que había habido fraude.
Pensilvania, Míchigan y Arizona han dado la espalda al presidente de Estados Unidos y han puesto fin a sus querellas haciendo cada día más inevitable lo inevitable, algo que los asesores del mandatario parecen estar admitiendo en privado, que la victoria de Joe Biden es un hecho incontestable. El presidente saliente se ha acercado este sábado en coche y ha saludado por la ventanilla a los seguidores que se han manifestado en Washington en apoyo de sus infundadas acusaciones.
En el caso de Pensilvania, una vez más, el mandatario no quiere atender a los hechos. Tras conocerse que dos jueces desestimaron seis recursos interpuestos por su campaña, el republicano insistía en que había ganado en ese Estado. “No nos permitieron ver 700.000 votos en Filadelfia y Pittsburgh, lo que significa, basado en nuestra gran Constitución, que ¡ganamos el Estado de Pensilvania!”, escribió el gobernante saliente en su cuenta de Twitter.
“Esta elección está amañada”, fue otro de los grandes titulares que daba Trump en Twitter. Y sin embargo, durante una rueda de prensa que dio el viernes por la tarde para informar del avance de la vacuna contra el virus de la covid-19, Donald Trump pareció tener un lapsus en su cerrado discurso negacionista e hizo una referencia a una futura Administración Biden que estuviera al cargo del coronavirus.
“Esta Administración no irá a un confinamiento. Esperamos que, pase lo que pase, quién sabe qué Gobierno habrá… El tiempo lo dirá, pero puedo decir que este Gobierno no irá a un confinamiento”.
Biden tiene en estos momentos ganados el mismo número de votos del colegio electoral que tuvo Trump en 2016. Pero además el demócrata también ha derrotado al republicano en el voto popular con una diferencia de más de cinco millones de votos.
¡”Cuatro años más!”
Para afianzar la confianza que el presidente ha estado mostrando al declararse vencedor de las elecciones del pasado 3 de noviembre, miles de sus seguidores han confluido este sábado en Washington llegados desde distintos rincones de Estados Unidos. La ciudad que hace una semana salió en masa a la calle para celebrar el triunfo del presidente electo Joe Biden ha sido testigo esta mañana de una horda de seguidores de Trump que se niegan a admitir la victoria del demócrata.
Para alentar a sus bases, el mandatario estadounidense hizo una breve aparición desde el coche oficial una hora antes de la convocatoria a la manifestación en el corazón de la capital. “¡Cuatro años más!, ¡cuatro años más!”, gritaban sus seguidores, la mayoría de ellos sin mascarilla. Las pancartas pedían “paren el fraude” y que contaran los “votos legales”.
Con información de El País