Bogotá. El maestro Carlos Prieto, uno de los mejores violonchelistas contemporáneos, aseguró aquí que “sin afán nacionalista ningún país del continente americano tiene la riqueza musical de México, desde la época precolombina hasta este siglo XXI”.
El músico mexicano se encuentra en Bogotá invitado por el Fondo de Cultura Económica (FCE) y la embajada de México en Colombia para ofrecer una serie de conciertos y presentar su último libro: “Mis recorridos musicales alrededor del mundo. La música en México y notas autobiográficas”. El libro de Prieto se divide en tres partes: La primera es un recuento de la música en México; la otra son apuntes biográficos y la tercera ofrece una serie de reflexiones en torno a autores y músicos con los que se ha relacionado.
Este alumno del chelista húngaro Imre Hartman, quien hizo estudios con Pierre Fournier en Ginebra y con Leonard Rose en Nueva York, ha tenido la fortuna de dar conciertos en todo el continente americano, Europa y Asia. “He estado muchas veces en Japón, en China, India, en toda la antigua República Soviética, he regresado a la nueva Rusia. En Europa Oriental, Occidental. He tenido la fortuna de estrenar muchas obras de compositores contemporáneos que me fueron dedicadas a mí”, dijo Prieto en entrevista con Notimex.
“Llevo 105 obras nuevas, incluyendo varias de grandes compositores colombianos, desde luego de muchos compositores mexicanos. De esta experiencia me surgió la idea de escribir un libro que describiera mi experiencia tocando todas estas obras nuevas”, dijo. La primera parte del libro es la música en México. Indicó que dedica muchas páginas a examinar la música que se compuso en México desde la era precolombina, hasta el siglo XXI. “Y aquí menciono que habiendo examinado toda la música del continente americano y sin ningún afán nacionalista, creo que ningún país ha tenido una riqueza tan grande como la ha tenido México”.
Desde la era precolombina, la música ha tenido una gran importancia entre los aztecas y los mayas. De esa gran experiencia han sobrevivido los instrumentos, pero lamentablemente en la era precolombina, la música no se escribía en México, por eso no se ha podido conservar la música escrita, pero sí los instrumentos.
Entonces ya desde esa época México tenía una importante riqueza y variedad musical.
Luego en la era colonial vinieron a México grandes maestros españoles, italianos y encontraron un terreno fértil y pronto surgieron importantes compositores, como Manuel Falla, que lamentablemente no es suficientemente conocido en México. “Yo he tocado una obra que un compositor mexicano transcribió para chelo y piano de una enorme riqueza”.
“En la era de Independencia también hubo un gran número de compositores, en el siglo XX y en el XXI. No solamente una gran cantidad sino compositores que tienen obras en estilos diversos. Por eso me pareció que sería importante escribir un libro que diera algunas notas sobre la importancia de la música en México y notas autobiográficas”, relató.
Añadió que los compositores contemporáneos de México son perfectamente conscientes de esa riqueza que han heredado y es notable la variedad y riqueza de la música popular. “La música de Yucatán es diferente de la música de Veracruz, Jalisco, pero en todas partes se toca y gusta muchísimo. Entonces creo que si hay una conciencia en México que somos una potencia musical”, dijo.
“En muchos países se conoce la música de mariachi, pero no se conoce la música de los principales compositores de México. No se conoce la música de Carlos Chávez, Silvestre Revueltas, Mario Ponce, de la gran cantidad de importantísimos compositores actuales de México”, añadió. Asimismo, destacó varias experiencias que para le han resultado maravillosas. “Le podría comentar mi primer concierto en el Carnegie Hall de Nueva York o el concierto que he dado en el Eagle Center o los conciertos en Moscú y París, numerosos en España, a lo largo y ancho de China que los inicie desde 1979, tres años después de la muerte de Mao”.
“Desde entonces -anotó- he sido testigo del progreso extraordinario que ha tenido China o los que he dado en las 15 repúblicas soviéticas cuando era la URSS y luego se hundió la Unión Soviética, sobrevivió Rusia y seguí dando muchos conciertos en Moscú, San Petersburgo, 14 conciertos a lo largo de Siberia. Desde luego están los conciertos en Colombia”. Respecto a su relación con Colombia, Prieto dijo que ha sido especial. “He venido muchas veces, he tocado en Bogotá, Medellín, y en unas 10 o 12 poblaciones. Esta relación es porque en México tuve dos íntimos amigos, dos personajes importantísimos: Gabriel García Márquez y Álvaro Mutis”.
“Álvaro Mútis escribió el prólogo de uno de mis libros. Gabo asistió a varios de mis conciertos. Inclusive tuve la fortuna de verlo en su casa en Cartagena de Indias. Y nos invitó a dar un paseo por las calles de Cartagena. En este libro hay varias fotos preciosas tomadas en Cartagena y otra en México. En otras Gabo está tocando el chelo. Gabo en una ocasión me dijo: cómo se toca esta vaina y entonces alguien tomo la foto de Gabo intentando tocar el chelo”, dijo.
De García Márquez, recordó su extraordinario ingenio, las pláticas interesantes con él sobre los más diversos temas, su esposa Mercedes, que eran de una enorme simpatía. Sobre Mutis, indicó que lo conocía y admiraba desde hace mucho tiempo y le pidió escribir el prólogo del libro “Las aventuras de un Violonchelo”.
Fuente: La Jornada