Miles de roscas de reyes son horneadas para el deleite de los oaxaqueños

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Ana Julia Méndez

Roscas que van desde las tradicionales hasta las modernas rellena de nutela, cajeta, zarzamora, son horneadas en las diversas panaderías de la Ciudad de Oaxaca, para que esté disponibles a los clientes durante la celebración del Día de Reyes.

Como todos los años las personas que se dedican al oficio de la panadería se alistan para la venta de reyes, por ello, con tiempo compran su materia prima para cocinar las roscas que llegarán al paladar de las familias oaxaqueñas.

Las personas que venden roscas prepararán diversos tamaños y para todos los presupuestos.

Los panaderos señalaron que elaborarán las roscas con harina, mantequilla, esencia de naranja, esencia de mantequilla, acitrones, higo, cerezas y pastas secas que les ponen como adornos pero también hacen pedidos especiales.

De la misma forma, destacaron que el número de muñequitos que debe tener una rosca de reyes, son tres que representan a los reyes magos, pero en ocasiones la gente solicita que coloquen cinco o seis.

Como cada año, mientras los pequeños se divierten con la llegada de sus nuevos juguetes,
largas filas se observan en las panaderías de la capital del país, para adquirir la tradicional Rosca de Reyes que será degustada en miles de hogares.

Las roscas oscilan desde los 25 hasta los 350 pesos, depende del tamaño y del material con que se elaboren.

Cabe destacar que en México, a la persona que le sale el muñeco al partir la Rosca de Reyes, se compromete a ofrecer tamales el Día de la Candelaria, 2 de febrero.

La rosca de reyes es un pan elaborado con una masa dulce, adornada con rodajas de fruta cristalizada, el cual frecuentemente se acompaña con una taza de chocolate caliente.

Su origen está relacionado con las fiestas dedicadas al rey Saturno, mejor conocidas como “Las saturnales romanas”, con el objetivo de celebrar los días más largos tras el solsticio de invierno.

Para estas fiestas antiguas se elaboraban panes redondos con higo, dátiles y miel, que se repartían por igual entre plebeyos y esclavos.

En México, el que encuentra el primer muñequito de la rosca se convierte en el padrino del Niño Jesús y deberá vestir con ropas nuevas a la imagen del niño Jesús, del nacimiento, y presentarlo en la Iglesia el 2 de febrero, Día de la Candelaria, para después realizar
una fiesta con tamales y atole.