Ecuador ha tensado al máximo la tensión diplomática con México. Este viernes la policía ingresó por la fuerza a la Embajada en Quito y capturó al exvicepresidente Jorge Glas, refugiado en la sede desde mediados de diciembre.
Horas antes, el Gobierno de Daniel Noboa había advertido a México de que no entregaría a Glas el salvoconducto que necesita para abandonar su país como asilado político. El presidente de México, Andrés Manuel López, ordenó la suspensión de las relaciones diplomáticas con Ecuador. “Se trata de una violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía de México”, dijo el presidente.
La secretaria de Exteriores de México, Alicia Bárcena, concretó el anuncio del mandatario. “En consultas con el presidente López Obrador, ante la flagrante violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y las lesiones sufridas por el personal diplomático mexicano en Ecuador, México anuncia el inmediato rompimiento de relaciones diplomáticas con Ecuador”.
Adelantó que el personal de la Embajada “abandonará Ecuador de inmediato”. “México recurrirá a la Corte Internacional de Justicia para denunciar la responsabilidad de Ecuador por violaciones al Derecho Internacional”, advirtió la canciller. El artículo 31 de la Convención de Viena establece que las embajadas son territorios nacionales y, por lo tanto, inviolables.
El despliegue policial alrededor de la sede diplomática mexicana había empezado durante la tarde. Por la noche se sumaron nuevos efectivos armados, hasta que se produjo el asalto. El argumento de Ecuador es que el exvicepresidente Glas fue condenado por delitos comunes de corrupción y debe someterse a la justicia ordinaria de su país.
En un extenso comunicado que tituló “Defendemos la soberanía nacional, cero impunidad”, el Gobierno de Noboa consideró que la Embajada mexicana había “abusado de las inmunidades y privilegios” que le corresponden. Por lo tanto, dijo, “se ha procedido a la captura de Jorge Glas”. “Ecuador es un país soberano y no vamos a permitir que ningún delincuente quede en la impunidad”.
El embajador encargado mexicano en Ecuador, Roberto Canseco, se encontraba dentro del edificio cuando irrumpió la policía. “A riesgo de mi vida defendí el honor y soberanía de mi país. Esto no puede ser, es increíble que haya sucedido algo así”, dijo.
“Estoy muy preocupado porque puedan matarlo [a Glas]. No hay ningún fundamento para hacer esto. Estábamos por salir y de repente nos encontramos con policías, con ladrones que entraron en la noche en la Embajada”, contó.
El asalto lleva hasta límites sin precedentes la crisis diplomática entre los dos países, después de que la Administración de Daniel Noboa declarara este jueves persona non grata a Raquel Serur, la embajadora mexicana en el país, y ordenara su expulsión.
Vía El País