Desde Teitipac, Tlacolula “El chango con hambre”

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El Museo de los Pintores Oaxaqueños (Mupo) recibió a la niña originaria de San Juan Teitipac, Tlacolula de Matamoros, Oaxaca; Guadalupe Monserrat Fernández Martínez que resultó ganadora con su cuento “El chango con hambre” en el certamen de la editorial “Pequeño gran escritor” y fue presentado en Oaxaca, en días pasados.

La pequeña escritora oaxaqueña, participó en el 2018, entre más de 400 niños de todo el país y dentro de los 50 finalistas quedaron dos oaxaqueños más: Ashley Leticia Martínez Rojas de 10 años y Obet José Cruz González de 11 años de la Sala de Lectura, “Cánticos de Vida y Libertad”; demostrando así, que Oaxaca es cuna de escritores.

El “El chango con hambre” fue explicado por su autora y los motivos que la llevaron a escribir dicha historia -que fue ilustrado por el estudio “Caldo de Pollo”- en la cual se narra las complicaciones de un chango, por no dejar de comer y la reflexión obtenida, tras una aventura.

El evento realizado en el Mupo fue conducido por el director editorial de “El Gran Escritor”, Gavo Casillas y el profesor y mediador de la Sala de Lectura, Ignacio Rogelio Morales Sánchez; el cual por gusto y dedicación emprendió dicha aventura con estas niñas y niños desde el aula de la Escuela Primaria “Unión y Progreso”, de San Sebastián Teitipac, Tlacolula.

Guadalupe Monserrat leyó a los presentes el comienzo de su cuento: “Había una vez un chango con hambre que vivía en una selva llamada Chimbubú. Él comía, comía y comía mucho pero nunca se llenaba. Su panza era un barril sin fondo…”; concluyendo así, su presentación.

Los infantes participaron el domingo pasado en el Jardín Conzatti en el evento de la Seculta “Artista por un día”- en el marco del Día de los niños- donde la autora y tres participantes oaxaqueños más del certamen, realizaron lecturas lúdicas para las y los niños que asistieron.

La pequeña escritora, Guadalupe Monserrat, invitó a toda la niñez oaxaqueña a leer mucho. “Leer es mágico, te lleva a otras dimensiones, a volar y a soñar, te enseña que nada es imposible y que en la vida real hay fantasía, imaginación y creatividad. Lo importante es la emoción y la pasión con que hagas las cosas que te gustan de corazón”, explicó.

Cabe resaltar que las y los niños participantes son integrantes del Programa Nacional de Salas de Lectura y opera mediante la colaboración entre la Seculta y la Secretaria de Cultura Federal.