Historia, arte y fe son los grandes temas de la exposición Vaticano: de San Pedro a Francisco, que este miércoles abre sus puertas al público de manera gratuita en el Antiguo Colegio de San Ildefonso para conmemorar 25 años de relaciones diplomáticas entre el gobierno de México y el Estado del Vaticano.
Dividida en seis núcleos temáticos, la muestra está formada por 180 piezas que ofrecen no sólo un recorrido por 2 mil años de creación artística, sino que reflejan las transformaciones del catolicismo que surgió como culto pagano hasta consolidarse como una de las religiones dominantes en el mundo.
Las obras provienen de las colecciones de arte de los Museos Vaticanos, algunas por primera vez mostradas fuera de esos recintos, así como de la Fábrica de San Pedro, donde desde hace siglos se han realizado los retratos de los papas, el Museo del Tesoro de San Juan de Letrán, la Biblioteca Apostólica Vaticana y la Sacristía Pontificia de la Oficina de la Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice, además de colecciones nacionales.
Tiara, símbolo de poder
Gracias al patrocinio del grupo financiero Banorte la entrada a la exposición es gratuita. La obtención de los boletos se realiza mediante registro en la página web, para elegir horario de visita entre las nueve y las 20 horas, de martes a domingo.
El recorrido comienza con la exhibición de la triple tiara del papa León XII, símbolo del poder y de la autoridad papal como ‘‘padre de todos los religiosos, gobernador del mundo y vicario de Cristo, es decir, su representante en la Tierra”, explicaron el curador José Enrique Ortiz Lanz, así como Antonio Berumen, asesor general de la muestra y director del espectáculo conocido como Capilla Sixtina en México.
El siguiente núcleo temático se enfoca a los primeros mártires que luego fueron los papas fundadores de la Iglesia cristiana. En esa sala se reproduce un fragmento de la puerta principal de su sede, ‘‘para traer al público al Vaticano en México”, dijo Berumen.
Entre los óleos que se presentan en este espacio, destaca Combate entre hombres y fieras en el Coliseo, 1563, de Frans Floris, también llamado Frans de Vriendt el Viejo.
Las obras vaticanas conviven con algunas mexicanas, como el cuadro San Dionisio papa y confesor, del pintor novohispano Miguel Cabrera, el cual pertenece al acervo del Museo de El Carmen.
Se narran, a través también de grabados y algunos objetos, los procesos históricos y políticos desde la época del emperador romano Constantino, quien legalizó la religión cristiana en el año 313. Incluso, se muestra la importancia que tuvo para la expansión de esta religión la madre del gobernante, Santa Elena, la primera gran devota cristiana, de quien hay una magistral pintura (de alrededor de 1580) realizada por Paolo Caliari El Veronés (1528-1588).
No faltan las referencias a los mártires y primeros santos en la Nueva España: tres adolescentes tlaxcaltecas, Cristóbal, Antonio y Juan, a quienes el papa Juan Pablo II declaró beatos en 1990 y el papa Francisco canonizó en 2017.
Se informa también que las crónicas registran 68 religiosos novohispanos martirizados en el norte y sureste de Nueva España, pero que el primer santo mexicano fue fray Felipe de Jesús, quien murió mártir mientras era misionero en Japón, en 1597. Fue beatificado en 1621 y canonizado en 1862.
Para ilustrar el tema la Iglesia y el nuevo mundo americano se presenta el retrato de Sor Juana, de Juan Miranda, así como el manuscrito autógrafo Historia antigua de México, de Francisco Xavier Clavijero.
Cierra el recorrido el trono del papa Pío XI y objetos personales de Juan Pablo II, como su mitra.
Infografías, animaciones, audios ambientales e interactivos, videos en lenguaje de señas, cédulas en braille y reproducciones táctiles de algunas piezas completan Vaticano: de San Pedro a Francisco: dos mil años de arte e historia,muestra que cerrará el 28 de octubre en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, ubicado en Justo Sierra 16, Centro Histórico.
Fuente: La Jornada