Con el objetivo de garantizar que oaxaqueños, así como turistas nacionales y extranjeros consuman alimentos en buen estado, la Dirección de Salud Pública Municipal realizó un operativo de verificación a los puestos de comida que se instalan a un costado del templo del Carmen Alto, localizado sobre la calle García Vigil, entre Jesús Carranza y Quetzalcóatl, en el centro de la ciudad.
De esta manera, se inspeccionaron más de 50 puestos de comida que se instalaron en esta zona y que ofrecen diversos platillos típicos de Oaxaca como: barbacoa, memelas, empanadas, molotes, aguas frescas, entre otros.
“Verificamos que se cumplan con los requisitos mínimos establecidos por la Ley Estatal de Salud para expender este tipo de productos”, mencionó Nelly Bermeo Ignacio, del Departamento de Asistencia y Promoción de la Salud, al mencionar que para estas tareas se movilizaron a un total de siete verificadores.
Las y los verificadores constataron que quienes manejan, elaboran y expenden los alimentos cuenten con su constancia de manejo higiénico de alimentos otorgada por el Municipio de Oaxaca de Juárez, además que utilicen la indumentaria adecuada como cubrepelo, cubreboca y mandil, además que tengan uñas cortas y no usen alhajas.
Asimismo, llevaron a cabo una revisión de los alimentos que consiste en constatar que tengan buen color, olor, sabor, textura y consistencia.
En este sentido, Areli Pérez Ramírez, una oaxaqueña que disfrutaba de los antojitos que ahí se ofrecen, mencionó que este tipo de acciones emprendidas por el gobierno municipal le brindan la seguridad y confianza para seguir consumiendo en el lugar.
Por su parte, el comerciante Omar Guzmán, refrendó su disposición y la de todos los expendedores de comida para cumplir con las medidas de higiene y con ello ofrecer productos de calidad.
En este tenor, la doctora Nelly Bermeo Ignacio dio a conocer que gracias a los constantes exhortos que realizan la gran mayoría de los comerciantes cumplen con las normas sanitarias, por lo que sólo se han detectado irregularidades menores, mismas que son meritorias de un exhorto.
Sin embargo, reconoció que de ser recurrente la incidencia de una irregularidad se puede proceder a una multa que puede ir de los 300 hasta los 1,500 pesos o inclusive la suspensión de actividades.
La funcionaria municipal informó que gracias a la disposición de los comerciantes de alimentos en esta ocasión se procedió al aseguramiento de tres kilogramos de masa que ya presentaba signos de estar en mal estado, así como una sanción de 14 salarios mínimos a un comerciante por no cumplir con los requisitos de higiene necesarios.