Realizan puja en París, pese a querella del INAH

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La casa Millon realizó ayer la puja de arte precolombino en París, pese a la exigencia de autoridades mexicanas para su cancelación.

Más de un centenar de lotes procedentes de colecciones privadas fueron vendidos en ese remate desarrollado en la sala de subastas Hotel Drouot de la capital francesa, por un monto total de 1.2 millones de euros (1.3 millones dedólares).

México había solicitado cancelar la venta porque entre los objetos subastados ‘‘95 provienen de su patrimonio cultural” y 23 son imitaciones de fabricación reciente, sostuvo Juan Manuel Gómez Robledo, embajador de nuestro país en Francia. El diplomático afirmó apoyarse en los resultados de un peritaje elaborado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

La Unesco recomendó posponer la puja

La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) había recomendado que se pospusiera la subasta para que Millon aclarara a México la procedencia de los objetos.

De las piezas vendidas, la estatuilla de Chalchiuhtlicue, diosa azteca del agua y protectora de los nacimientos, fue adjudicada por 377 mil euros (416 mil dólares), precio cinco veces superior al estimado. De piedra volcánica esculpida, esa deidad tiene los ojos dirigidos hacia el cielo.

Otra diosa azteca, Coatlicue, de la fertilidad y la tierra, se vendió por 97 mil 500 euros (107 mil dólares), en esta subasta en que abundaron las máscaras y las estatuillas arqueológicas, características de las culturas precolombinas.

Alexandre Millon, encargado de la venta, se congratuló en la sala por la ‘‘serenidad” de las autoridades francesas, que no cedieron ‘‘a la presión mediática. Esta colección, que forma parte de las últimas colecciones francesas constituidas en la posguerra, es destacable en cuanto a su procedencia, su prestigio, la publicación de piezas en obras indispensables sobre arte precolombino y su participación en grandes exposiciones”, defendió.

Alexandre Millon manifestó que Manichak y Jean Aurance, quienes figuran como dueños de los objetos, cumplieron con todos los criterios legales para justificar su propiedad de la colección, que reunieron tras enamorarse de una de ellas en una galería de París en 1963.

Fomento al saqueo y el tráfico ilegal

La embajada de México en Francia sostuvo que la subasta efectuada el miércoles ‘‘fomenta el saqueo, el tráfico ilegal y la falsificación por parte de la delincuencia organizada trasnacional;

‘‘Priva a estos hallazgos arqueológicos de su esencia cultural, histórica y simbólica, reduciéndolos a simples elementos decorativos;

‘‘Daña la cooperación entre los estados para la protección del patrimonio cultural;

‘‘Vulnera la integridad de las culturas y, en consecuencia, de la humanidad en su conjunto.’’

El comunicado sostenía que la cancelación sería un ‘‘primer paso hacia la restitución de los bienes culturales auténticos a México”.

Informó que el INAH presentó ‘‘una denuncia contra los propietarios de estas piezas con el fin de obtener su restitución. La Fiscalía General de la República mexicana envió una solicitud de asistencia mutua a la Secretaría de Justicia de Francia, en el marco del Convenio de Asistencia Mutua en Materia Penal vigente entre nuestros dos países.

‘‘Como Francia y México son estados partes en la Convención de la Unesco de 1970 sobre las Medidas que deben Adoptarse para Prohibir e Impedir la Importación, la Exportación y la Transferencia de Propiedad Ilícitas de Bienes Culturales, nuestro país ha alertado a la División del Patrimonio de la Unesco para que remita el asunto al Consejo para la Venta Voluntaria de Muebles por Subasta Pública, así como a Millon, a fin de verificar la procedencia de esos artículos”. También hizo un llamado a las autoridades francesas para que cooperen en la aplicación efectiva de las disposiciones de la Convención de la Unesco y contribuyan así a la protección del patrimonio cultural mundial.

Millon retiró la semana pasada una de las piezas prehispánicas incluidas en la venta, el fragmento de una estela arqueológica maya perteneciente al patrimonio cultural de Guatemala y que el gobierno de ese país centroamericano reclamaba.

Las autoridades mexicanas dijeron que desconocen cuándo y cómo salieron las piezas que se subastaron. La mayoría de objetos vendidos proceden de Teotihuacán, Guerrero y Oaxaca, y del sureste de México, región donde se asentaron las culturas olmeca y maya.

(Con información de Afp y Reuters) / La Jornada