Por un mejor gabinete

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Por Fernando Cruz López

Cuando Salomón Jara asumió la gubernatura del estado de Oaxaca, lo hizo con la promesa de generar un cambio profundo y transformador en la entidad, pues públicamente se comprometió a impulsar un modelo de desarrollo integral que mejorara sustancialmente la calidad de vida de los Oaxaqueños y a decir verdad, en eso ha estado trabajando fuertemente, incluso los domingos, pero lamentablemente no le siguen el ritmo sus principales colaboradores, quienes ya iniciaron la carrera por la próxima sucesión gubernamental y comienzan a abandonar sus responsabilidades.

A un año y nueve meses de gobierno, si bien es innegable que se han logrado avances importantes en áreas clave como salud, educación e infraestructura, también es evidente que la respuesta de varios de sus funcionarios no ha sido el esperado por la ciudadanía. Y es que, a pesar de los esfuerzos que realiza Jara Cruz, muchos de sus principales colaboradores no están dando el ancho, andan en grillas internas, se la pasan haciendo política y golpeándose en las redes sociales en lugar de ponerse a trabajar.

Y es que, lamentablemente, algunos secretarios y funcionarios de alto nivel no han logrado demostrar la capacidad y el liderazgo necesarios para impulsar la transformación que Oaxaca requiere. En demasiadas ocasiones, hemos sido testigos de la lentitud burocrática, la falta de coordinación y en algunos casos, incluso la opacidad en la toma de decisiones y lo que es peor, el golpeteo interno es notorio, pues ya dejó de ser un rumor, está más que comprobado que ya se están dando con todo y entre todos.

Esto ha generado, inevitablemente, un desgaste en la imagen y la credibilidad del gobernador, como si él estuviera propiciando los desfiguros de sus colaboradores, por ello es urgente que haga algunos ajustes y la percepción que ahora tiene la ciudadanía de él, mejore en las próximas encuestas, pues en la más reciente, lamentablemente salió bastante bajo, lo que es muy extraño, pues todos saben que sí está trabajando y lo hace bastante fuerte por Oaxaca y por los Oaxaqueños.

Esto no significa, en modo alguno, que deba deshacerse por completo de su actual gabinete. Por el contrario, sería importante mantener a aquellos funcionarios que han demostrado eficacia, compromiso y alineamiento con la agenda de cuarta transformación. Sin embargo, es indispensable que el mandatario tenga la valentía de reemplazar a aquellos que, por diversas razones, no han logrado cumplir con sus responsabilidades, así sean sus más cercanos.

La renovación del gabinete no solo serviría para inyectar nuevas ideas y energías a la administración estatal, sino que también enviaría una poderosa señal a la ciudadanía de que el gobernador está dispuesto a asumir los retos con determinación y a rendir cuentas por los resultados.

Oaxaca necesita hoy más que nunca un equipo de trabajo sólido, cohesionado y con una visión compartida que permita acelerar el ritmo de las transformaciones y acercar los beneficios a todos los rincones de la entidad. Solo así podrá el gobierno estatal cumplir con la promesa de construir un Oaxaca más justo, próspero e incluyente.