La multimedallista paralímpica de levantamiento de potencia Amalia Pérez considera que el deporte femenil ha roto barreras y se necesita trabajar más para crear conciencia a la sociedad y dejar de ser un país machista, discriminatorio con mujeres y niños maltratados.
La única en el mundo que ha ganado en tres divisiones diferentes de 44 a 60 kilogramos, acumula cinco competencias en Juegos Paralímpicos con la misma cantidad de preseas, está satisfecha por los alcances que ha tenido en su trayectoria deportiva como mujer, hija, esposa, madre de familia y recientemente entrenadora certificada por España.
La capitalina de 45 años se une a la celebración del Día Internacional de la Mujer, este 8 de marzo. Confía que con Ana Gabriela Guevara al frente del deporte nacional estará bien dirigido para hacer un buen trabajo.
Ella sabe lo que es ganar y perder para que el deporte tenga el alcance por mejorar y tener una buena sociedad, dice en alusión a la directora general de la Comisión Nacional del Deporte (Conade), la primera de su género en esa encomienda que le otorgó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Como mujeres, añade Amalia Pérez, “tenemos una misión en concientizar a todos los grupos vulnerables, porque lamentablemente tenemos una sociedad que atropella los derechos humanos y la dignidad.
“En el ámbito deportivo que tengas la misma capacidad y se abran las puertas para derribar esas barreras que ponen límites. Qué mejor que llevar el estandarte a escala internacional y demostrar nuestra capacidad.
El crecimiento del país en lo deportivo debe ser la punta de lanza con una mejor cultura y creo que el deporte es el mejor ejemplo, subraya la pressbanquista a La Jornada.
Invencible en los escenarios con marcas mundiales y una estela de metales en justas continentales desde 2007, Amalia Pérez intentó hace un par de años buscar un cambio en la Federación Mexicana de Sillas de Ruedas en una planilla dirigida por mujeres con la doctora Martha Elena Hernández. Pleitos y asociaciones irregulares dieron al traste y se integró una comisión reorganizadora que convocaría a elecciones para dar el triunfo a Alfredo Espinosa de los Monteros, incondicional del anterior presidente Pablo Lárraga.
Fuente: La Jornada