‘Niños lindos’ representar la jungla urbana con la música

961

Bajo la premisa de que las emociones son humanas y universales, la obra Niños lindos busca propiciar la inclusión y el respeto en torno a la homosexualidad en la llamada jungla urbana.

En el montaje, que tendrá temporada en el teatro Centenario Coyoacán 2, se representan situaciones con las que el público se siente identificado; además, es un texto necesario para hablar de la temática gay. Es una historia que, sin duda, se tiene que contar, expresó el director, Juan Ríos Cantú.

Las emociones aunque están acotadas por esta preferencia o condición, no quiere decir que el público heterosexual sea excluido de ellas; por el contrario, tiene la posibilidad de asomarse a la mirilla de esa puerta de un mundo que quizá no conoce del todo, pero seguramente va a encontrar puntos de identidad.

La trama gira en torno a un chavito que llega a vivir a Ciudad de México para buscar a su primo David (Rodrigo Urquidi). El joven pretende confrontar su pasado, perseguir sus sueños, objetivos y hacer su vida, pero, sobre todo, tratar de entender un hecho de su pasado a partir de la relación tan compleja que sostiene con su pariente.

Celos, traición y abandono

A su llegada encuentra que su primo ha establecido una relación de pareja, lo cual lo obliga a cuestionar algunos aspectos del pasado que derivan en una historia de celos, traiciones, abandono y frustración.

Además, en el contexto de un pasado en común, se reviven personajes que no vamos a ver en escena, pero sí inciden entre los jóvenes protagonistas.

De tres actos, el montaje recurre a la música para realizar flashback en torno a la vida de uno de los chicos. En esta pieza dramática las transiciones ocurren con los acordes musicales para reflejar la jungla urbana en la cual los personajes están inmersos, puntualizó Ríos Cantú.

El significado de migrar

En escena aparece Julio (personaje que alternan Patricio José y David Montalvo), un joven de 19 años que llega a la ciudad, un poco taciturno y cohibido por el cambio tan fuerte que significa migrar del interior de la República a la capital; mientras David, su primo –el mayor de los tres– de alrededor de 30 años, salió de su pueblo para vivir su sexualidad plenamente y encontró en la urbe la posibilidad de conectar con alguien”.

Aunque ésta es una relación estable, a la vez es bastante libre, porque ambos tienen cierta permisibilidad, pues han convenido que lo afectivo es primordial y lo sexual queda en segundo plano. Esto les permite tener otros encuentros y parejas sexuales.

Martín es la otra persona en la relación, quien ha sido formado a imagen y semejanza de David. Es un chavo libre y alivianado. Es el personaje pivote (Mauricio Abad) que desencadena una serie de pasiones y situaciones con los otros. Además, propicia un ambiente un hostil porque los confronta y exhibe tanto en sus placeres como en su carácter.

Niños lindos, de Fernando Luis Azpurua, se estrenará el 13 febrero y tendrá funciones los miércoles a las 20:30 horas en el teatro Centenario Coyoacán 2, ubicado en Centenario 159, colonia Del Carmen.

Fuente: La Jornada