Ginebra. Al menos doce migrantes que intentaban huir de un campamento en Libia en el que estaban retenidos por traficantes de seres humanos fueron asesinados a disparos por sus captores, denunció este viernes la ONU.
El suceso ocurrió el 23 de mayo en la ciudad de Bani Walid, a unos 170 kilómetros al sureste de Trípoli.
“Los traficantes de seres humanos en Libia mataron a más de una docena de personas e hirieron a muchas más después de que un grupo de unos 200 eritreos, etíopes y somalíes en cautiverio intentaran evadirse”, indicó la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) en un comunicado.
“Los supervivientes aseguraron que habían sido torturados por los traficantes. Algunos habían pasado cerca de tres años en cautiverio”, denunció la agencia.
Fuentes locales y organizaciones internacionales informaron de esa evasión a finales de mayo. Algunas asociaciones desmintieron que hubiera muertos durante el incidente, aunque denunciaron “los tratamientos inhumanos” que sufrieron los migrantes.
La ciudad de Bani Walid es un lugar de tránsito para los migrantes clandestinos rumbo a las costas, más al norte, y cuenta con una veintena de campos ilegales de retención o de concentración de migrantes, según un responsable local.
Esos centros están en manos de milicias que secuestran a los migrantes en la ciudad y los torturan antes de telefonear a sus familias para que paguen rescates, según fuentes locales y ONG.
“Este último incidente mortal demuestra, una vez más, el enorme desafío que representa la protección de los refugiados en Libia, donde muchas personas que huyen de la guerra y la persecución son víctimas de redes criminales”, destacó la Acnur.
Fuente: La Jornada