Luchador social de Tucumán fue convertido en “santito milagroso”

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Un luchador social de Tucumán que fue lanzado desde un helicóptero militar años antes del golpe de Estado en Argentina, se volvió el santito milagroso, el caído del cielo para los habitantes del poblado azucarero de Pozo Hondo.

Tomás Francisco Toconás fue enterrado como NN en el cementerio local, adonde muchos habitantes acudían a pedirle favores que, al parecer, el alma del guerrillero se los cumplía.

La versión trascendió en 2010 e intrigó a antropólogos forenses a verificar quién era ese héroe desconocido y milagroso.

Esta es la historia que desarrolla el realizador Modesto López en el documental El caído del cielo, en el que recrea la vida de Toconás, la terrible situación de su familia luego de su desaparición forzosa, del miedo –que hasta la fecha se siente en esa área alejada del mundo–, así como de la feroz represión que ha estado presente en la región desde principios del siglo XX, cuando se instauró el terror patronal para impedir por la fuerza cualquier intento de organización obrera.

Modesto López, quien investigó durante tres años el suceso, recurrió a los testimonios de especialistas, pobladores y familiares para mostrar al héroe desconocido, cuyos restos fueron identificados, a finales de 2010, como los de Tomás Francisco Toconás, hachero cortador de cañas, peón rural, habitante de Las Mesadas y padre de seis hijos.

Los hechos ocurrieron entre 1973 a 1975, explicó Modesto López, “antes del golpe militar, en la época del Operativo Independencia, decreto que autorizaba la intervención militar en la provincia de Tucumán, zona con muchos ingenios azucareros y muy conflictiva, pues en ella se daban infinidad de luchas obreras y estudiantiles”.

Muy cerca, en Santa Lucía, se estableció una base militar con 5 mil hombres y empezó una feroz represión al pueblo tucumano. Ahí vivía el humilde cortador de leña, trabajador en los ingenios azucareros, quien fue capturado por los militares y cuya desaparición nunca fue denunciada, como en muchos otros casos.

Además, “su esposa –quien murió tres o cuatro años después– fue brutalmente violada y denigrada por los militares, lavaba para ellos y la trasladaban de un lugar a otro, mientras sus hijos se criaban en los cañaverales. Hasta la fecha están muy afectados”.

Ardua labor

La filmación se volvió una ardua labor para López, quien quedó impresionado cuando, en 2013, supo sobre este personaje, al que “reconstruí por medio de testimonios –porque no había rastro ni documentos– para conocer sus gustos, su forma de ser, su conducta frente a la vida, a la vez que decidí ofrecer un contexto político y social de la época”.

Fueron muchas las coincidencias; si fuera creyente, diría milagros, que hicieron que comenzara este documental, en el cual cuento la realidad de muchos pueblos de América Latina, incluso de lo que sucede ahora en México.

Con la historia de Toconás, prosiguió Modesto López, también muestro a esos héroes anónimos que dan la vida sin nada a cambio, a esas personas que no tienen nombre ni apellido, o no lo tenían hasta que filmé el documental.

Incluso, recordó, la mayoría de las personas se negaba a recordar, todavía sienten miedo. Algunos se atrevieron a hablar, pero sin cámara. Nos vinculamos con el antropólogo forense Pablo Gallo, quien hizo la investigación que arrojó la identidad de NN, al igual que con el historiador y periodista tucumano Marcos Taire, quien dio el contexto histórico.

El abogado Emilio Guagnini, uno de los querellantes en los juicios a los militares, facilitó diversos materiales relacionados con esos procesos, así como personal del Canal 7 y medios periodísticos de Santiago del Estero y de Tucumán abrieron las puertas para que buscáramos en sus archivos, mientras los pobladores de Pozo Hondo, que vieron cuando tiraron el cuerpo y vivieron todo el proceso de convertirlo en alma milagrosa, dieron su testimonio.

El caído del cielo, coproducción de Pentagrama y el Instituto Mexicano de Cinematografía, se proyectó el año pasado en diversos lugares de Argentina y tendrá funciones en la Cineteca Nacional a partir de mañana, en la sala 4.

Fuente: La Jornada