La próxima elección para elegir a jueces y magistrados en el país, tiene a más de uno temblando por ya no estar dentro del negocio que significan estos puestos, lejos de la justicia que deberían ejercer por el bien del pueblo.
Actualmente, las campañas están a todo lo que dan, con personajes que buscan por primera vez ser reconocidos y otros, pese a su negro historial hacen de todo por lograr quedarse en puestos que les han redituado buenos dividendos, aunque su paso por el servicio público sea señalado y hasta repudiado.
Uno de estos personajes es la actual presidenta del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Oaxaca (TSJO), Berenice Ramírez Jiménez, a quienes las redes sociales han señalado de corrupción, al coaccionar el voto en diversos puntos de la capital, regalando despensas y otros artículos, cometiendo con ello un delito federal.
Vapuleada por su falta de trabajo en el TSJO y evidenciada por los mismos trabajadores por ser una funcionaria insensible y sin oficio político, Ramírez Jiménez busca ahora ser elegida como Magistrada del Décimo Tercer Circuito y por ello recurre a actos de campaña que no están permitidos.
Fuentes además la señalan por beneficiar con su puesto actual a su cónyuge Juvenal Carbajal Díaz, quien pretende encabezar el Comité de Disciplina Judicial y con ello establecer un coto de poder, sin embargo, quienes han denunciado la corrupción en la que incurre, señalan que no permitirán que el matrimonio logre sus objetivos.
Luego de darse a conocer la información, misma que también la vincula a grupos que estarían financiando su campaña, la funcionaria a través de un video “amenazó” con denunciar a quienes la exhibieron y buscó deslindarse de la entrega de despensas que se muestran con su propagada política.
Aunque reconoció que las fotografías fueron bajadas de su Facebook personal, es decir, son verdaderas, dijo que presentará una “denuncia” ante las autoridades porque no permitirá que se manche su nombre, ni su imagen, porque se difundieron datos personales, sin embargo, el pésimo trabajo que ha despeñado al frente del TSJO, habla por sí solo.
Finalmente, Ramírez Jiménez buscó victimizarse y señaló que las denuncias hechas a través de las redes sociales, eran un ataque armado de “violencia política por razón de género, por ser mujer”, aunque muchos de los casos que ella minimizó, encubrió y desechó en su papel de presidenta del TSJO, también fueron contra mujeres.