Miedo, pena o desconfianza son algunas de las razones por las que muchas mujeres evitan hablar sobre sexualidad y el cuidado de los genitales femeninos, situación que las pone en riesgo de adquirir una infección que afecte de manera directa su salud sexual.
A pesar del avance global, en la actualidad existen temas transcendentales para el desarrollo individual que son poco explorados debido a la vergüenza para afrontarlos, tal es el caso de la salud sexual femenina que en muchas ocasiones se ve limitada a una charla escolar y – en su mayoría – tiende a evitarse en casa debido a las condiciones socioculturales que se viven en el estado.
Fomentar la confianza para hablar sobre salud sexual y el correcto cuidado de los genitales femeninos contribuye a prevenir infecciones vaginales y evitar adquirir una Infección de Transmisión Sexual (ITS) desde edades tempranas.
Los órganos genitales femeninos tienen características propias que hacen que su cuidado e higiene sean particulares, evitar la pena para conocerse y disipar las dudas sobre la sexualidad ayuda a cuidarse mejor y amplía la posibilidad de mantener un desarrollo equilibrado y una salud en óptimas condiciones.
Acudir con regularidad al médico, lavar manos y zona genital antes y después de mantener relaciones sexuales, evitar la automedicación o los remedios caseros que pueden poner en mayor riesgo la salud, así como eliminar el uso de productos que alteren el pH de la mucosa genital, y el contacto directo con los baños públicos, son algunas de las recomendaciones de especialistas en la materia.
Mantener una cultura constante de información sobre los avances médicos ayuda al cuidado de la salud sexual, tal es el caso de la copa menstrual, proyecto que recientemente se ha puesto de moda entre las mujeres alrededor del mundo y que consiste en una pequeña copa de silicona insertada en la vagina útil para recoger la sangre de la menstruación.
En muchos países en donde el acceso a toallas sanitarias o tampones es limitado, la menstruación genera que muchas niñas no vayan a la escuela o limiten su participación en actividades sociales. Una innovación como esta, puede ser de gran impacto en la vida personal de muchas mujeres.
Aprender a reconocer el cuerpo a través de una educación libre de tabúes contribuye a mejorar la calidad de vida de cada mujer y con ello anular la posibilidad de adquirir alguna infección que pueda poner en riesgo su salud.