Condón femenino, estrategia de prevención de una sexualidad responsable

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El Condón ha sido reconocido como el método más efectivo de prevención de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) incluido el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), sin embargo, la promoción de su uso ha sido mayor para la versión masculina, dejando a un lado el uso del condón femenino.

Aunque el condón femenino apareció en los mercados estadounidense e inglés en 1992, y años después se difundió en Europa, en México como en otros países aún resulta un método novedoso y, por ende, su uso es casi nulo a pesar de brindar mayor seguridad debido a sus características físicas.

Según el Censo Nacional de Estadísticas de Salud 2010, en México, un hombre de entre 20 y 59 años tiene siete parejas sexuales y cuatro en el caso de las mujeres. Sin embargo, el uso del condón permanece escaso, en promedio, cinco preservativos al año, exponiéndose a adquirir una ITS como el VIH.

Una de las ventajas del condón femenino es la doble protección que ofrece porque previene de los embarazos no deseados y de algunas ITS, así como una mayor protección ante heridas como el herpes, ya que cubre y protege parte de los órganos genitales externos de la mujer a diferencia del condón masculino que únicamente cubre el pene.

El uso del condón femenino resulta recomendable para la mujer porque ella asume el control y se lo puede colocar incluso ocho horas antes de iniciar la relación sexual, o en caso de que sus parejas hombres no deseen cuidarse.

¿Cómo es un condón femenino?

El condón femenino está hecho de un material llamado poliuretano que conduce el calor manteniendo la sensibilidad. Al contrario del látex, puede ser usado con lubricante de aceite y no provoca reacciones alérgicas.

Tiene un anillo blando y flexible en cada extremo. El anillo interno sirve para colocarlo dentro de la vagina y el externo permanece afuera, cubriendo gran parte de los genitales expuestos funcionando como una barrera de protección y puede ser usado también para sexo anal removiendo el anillo interno y colocándolo en la punta del pene para que lo empuje al penetrar.

Una de las inconvenientes del condón femenino, recae en su precio, ya que éste puede ir de los 80 hasta los 120 pesos en comparación con un condón masculino, cuyo costo puede ser menor a 20 pesos e incluso gratuito, sin embargo es un método que puede fomentar en las mujeres el autocuidado y la toma de decisiones sobre su cuerpo.

Independientemente de las normas sociales y culturales, educación o el nivel socioeconómico, fomentar el uso del condón femenino es una estrategia de prevención integral basada en la promoción de una sexualidad responsable; que busca sensibilizar a las personas para iniciar una vida sexual educada y consciente, particularmente en la población joven que reporta la mayor prevalencia del VIH en el Estado.