Un juez federal de Texas, Estados Unidos, condenó a Carlos Guimaraes, empresario de 67 años, y a su esposa Jemina Guimaraes, de 65 años, a tres y un mes de prisión, respectivamente, más un año de libertad vigilada, por participar en el secuestro de su nieto Nico Brann, de 9 años.
El matrimonio fue declarado culpable el pasado mes de mayo de ayudar a su hija y madre del niño, Marcelle Guimaraes, al llevarse al menor en 2013 a Brasil sin autorización de Chris Brann, el padre biológico.
Además, una vez en el país latinoamericano, los Guimaraes trazaron un plan para que la familia se estableciera allí, ayudando a Marcelle a encontrar trabajo y matricular al pequeño en una escuela.
Los acusados explicaron al juez que pensaban que no estaban haciendo nada incorrecto y que solo apoyaron a su hija porque creían que “ella había sido víctima de abuso doméstico”.
El padre negó dichas acusaciones y reconoció, en declaraciones al diario Houston Chronicle, que sus súplicas han caído “en oídos sordos” y que su hijo no regresara “a casa” por el momento.
Los abuelos brasileños fueron detenidos en febrero de este año, acusados de conspiración y secuestro internacional, tras aterrizar en el Aeropuerto de Miami en un vuelo procedente de Brasil.Internacional
Posteriormente, fueron trasladados a Texas, ya que el padre del niño interpuso la demanda contra la familia Guimaraes en la oficina del fiscal de la ciudad texana de Houston en 2013.
Fuente: Excélsior